Conocer la Psiquiatría para poder aceptarla

El pasado 25 de enero, en la Sala Laredo del Hotel Bahía en Santander, ha tenido lugar el primer Reencuentro del año. El Dr. Jesús Artal, actual jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV), ha acercado el mundo de la psiquiatría al público. Fue Leticia Mena, periodista del Diario Montañés y promotora del Proyecto Líderes Impulsa, la que entrevistó a nuestro invitado en esta ocasión.

Jesús Artal hizo referencia a dos motivos principales por los que existe tanto desconocimiento en cuanto a esta rama de la medicina:

.- el miedo, tanto a la enfermedad mental como al enfermo, y

.- la decepción generada por las expectativas que pacientes y familiares tienen cuando acuden a los servicios sanitarios en busca de soluciones a su malestar.

En opinión del Dr. Artal o cierto es que en los últimos años, y sobre todo tras la pandemia, estos servicios de salud se han visto saturados, dificultando la satisfacción de las necesidades de sus usuarios, así como la inmediatez en la atención.

Aunque tras la pandemia la prevalencia de psicopatología leve ha aumentado, los ingresos por enfermedad mental grave en adultos se mantienen estables (800 aproximadamente en 2022). No ocurre lo mismo con los menores de edad, cuyos casos se han visto casi triplicados. Esto ha supuesto una sobrecarga de la única unidad de hospitalización psiquiátrica con la que cuenta Cantabria, en el HUMV. Se prevé abrir otra en Torrelavega, lo cual ayudará a solventar este problema y ofrecerá una mayor accesibilidad a los usuarios de otras poblaciones.

El incremento en los recursos psiquiátricos es importante, pero la ciudadanía también puede desempeñar un papel relevante en la repercusión de los trastornos de salud mental, apoyando a las personas que la padecen. Teniendo en cuenta que 1 de cada 4 personas presenta algún problema de este tipo, las oportunidades y la responsabilidad de implicarse se hacen fundamentales. Las familias, además, pueden tener un rol activo fomentando la tolerancia a la frustración desde edades tempranas, lo cual repercutirá en la prevención de algunos trastornos.

Hay que tener en cuenta que en psiquiatría, al igual que en la medicina en general, existe la regla de los 3 tercios, que predice que: un tercio (33%) de los pacientes se recuperará de forma exitosa, un tercio tenderá a ser resistente al tratamiento y que su condición se cronifique, y el último tercio experimentará mejoras aunque no supere del todo la patología. El apoyo social que reciban jugaría un papel crítico en su recuperación.

Es cierto que cuando experimentamos problemas psicológicos lo recomendable es ponerle solución acudiendo a consultas de Psicología Clínica. Hay circunstancias, particularmente en trastornos que tienen tendencia a cronificarse o ser resistentes al tratamiento,  y en los casos en los que no hay mejora con tratamiento psicológico o en los que tienen una base biológica o fisiológica, es necesario prescribir psicofármacos como antidepresivos o ansiolíticos. Jesús explicaba que en los últimos años la investigación sobre estos medicamentos ha avanzado enormemente, y ya se conocen numerosas variedades y sus efectos. Por ejemplo, mientras que los antidepresivos no provocan síntomas de dependencia, otros como los ansiolíticos sí que pueden generar tolerancia (mayor dosis para generar los mismos beneficios) y síntomas de abstinencia (al retirar un fármaco que generaba dependencia). El público realizó muchas preguntas a lo largo del encuentro. Una de ellas fue sobre los efectos secundarios de los medicamentos prescritos por los psiquiatras.   Artal respondió comentando que los efectos secundarios serán por lo general menores que el remedio que profieran, siempre y cuando se realice un buen uso del fármaco. El mensaje a trasladar es que no deberíamos tener tanto miedo a recurrir al consumo de un psicofármaco cuando verdaderamente lo necesitamos.

Ahora bien; ¿cómo podemos identificar si estamos bien? El Dr. Artal nos ayuda a identificar 3  señales que son indicativas de salud mental:

  1. Si tenemos pocos o ningún síntoma de malestar.
  2. Si tenemos un proyecto de vida o motivos para vivir.
  3. Si somos capaces de disfrutar de la vida.

En definitiva, cada vez es más frecuente que hablemos de salud mental y de su importancia, pero si queremos continuar con la tarea de promover la prevención de problemas psicológicos y brindar apoyo, es necesario que sigamos normalizando el acto de pedir ayuda. Expresarnos cuando no estamos bien no es un síntoma de debilidad, sino una señal de inteligencia, fuerza y verdadero conocimiento personal.

Marta Álvarez García, Sandra Calzada Edesa y Andreína Enriquez No
Psicólogas en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica
del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA

 

 

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