El pasado miércoles 29 de Enero tuvo lugar el tercer “Encuentro con…” de la 8ª edición (2019-2020). Como siempre organizado por Cipsa y en colaboración con Fraile y Blanco. Se trata de un espacio para la reflexión en el que se acogió a Eva Rodríguez Espeso, especialista en Dietética y Nutrición Clínica. El encuentro fue guiado por Ángela Carrera, Psicóloga clínica y directora de Cipsa.
La ponente comenzó haciendo una distinción entre alimentarse y nutrirse. La primera se define como lo que hacemos de forma voluntaria, es decir, escoger los alimentos y comerlos, la segunda definición se refiere a el proceso que ocurre una vez esos alimentos han sido ingeridos y se produce de forma involuntaria. Ambos conceptos están estrechamente relacionados, ya que como nos nutrimos depende de cómo nos alimentamos. Seguido de esto llegó la ansiada pregunta sobre las dietas. ¿Es bueno hacer dieta? Eva prefiere llamarlo “Plan de alimentación”, ya que la palabra “dieta” nos recuerda a un castigo, pero en realidad cuando los nutricionistas hablan sobre una dieta se refieren a un conjunto de alimentos con un objetivo concreto, que es diferente para cada persona, su situación vital y su edad y actividad. Llevar un plan de alimentación no significa obligatoriamente mantener una restricción de alimentos, significa comer de manera saludable lo que nuestro cuerpo necesita, por eso es mejor hablar de “plan”, en vez de “dieta”.
En cuanto al arte del comer, Eva explicó la diferencia entre gastronomía y arte culinario. La palabra gastronomía proviene del griego y surge de la composición de los vocablos gastros (estómago) y nomos (conocimiento). Es la ciencia y arte que estudia la relación de las personas con su alimentación y su medio ambiente o entorno. Trata del conocimiento de todo lo respectivo a la alimentación, teniendo como objetivo asegurar la supervivencia del hombre a través de un balance adecuado en esta. Por su parte, el arte culinario, es una rama de la gastronomía que se ocupa del ingenio para utilizar ingredientes, métodos y técnicas que den como resultados comidas que sean digeribles y apetitosas. Mantiene una relación directa con la región, sus tradiciones y la época. Desde la prehistoria nuestros antepasados ya pintaban lo que comían, le otorgaban un significado verdaderamente importante. En Egipto, por ejemplo, se preparaban manjares en los funerales para que los difuntos se los llevaran a mejor vida. En una época más moderna encontramos ejemplos como Caravaggio con sus bodegones sobre naturaleza muerta con flores y fruta. Así como Picasso o Miró, que también han plasmado sobre el lienzo algún tipo de alimento.
El movimiento Eat Art es una corriente artística creada en 1967 por el pintor suizo Daniel Spoerri en la segunda mitad del siglo XX. El Eat Art se dio como una nueva forma de expresión artística a partir del alimento. Por una parte, plasmando acciones entorno a la comida y los hábitos alimenticios y, por otra, utilizando comida para producir obras de arte. Este último caso, permite por un lado usar la comida como parte del material de creación o soporte de la obra o bien, la comida siendo en sí misma una obra de arte: arte efímero, arte comestible, donde el espectador forma parte de la obra al experimentar y poner punto y final a la obra con sus sentidos.
Con las nuevas formas de marketing que están surgiendo nos preguntamos… ¿influye la publicidad en los alimentos? La respuesta es sí. Muchos productos cuyo envase tiene atractivo, es bonito o parece natural, resulta que está muy procesado, por ejemplo los cereales, yogures, zumos, Jamón York, muchos quesos… Con el ritmo frenético del día a día se está poniendo de moda el calentar la comida ya procesada en el microondas y saltarnos todos los pasos de escoger los ingredientes, prepararlos, cocinarlos, disfrutarlos, etc. Eva recomienda que no se pierdan esas costumbres tan saludables.
Se habló también durante la ponencia de la pirámide alimentaria. La primera surgió en los años 70 en Suecia debido a una inflación en los alimentos. Consideraron la mantequilla, la leche y los huevos como alimentos básicos para abaratar los costes, es por ello que surgió la idea de una guía en forma de pirámide, colocando en su base alimentos baratos como patatas, leche, queso, margarina, cereales y pan. Después en cada país las pirámides se han ido adaptando. A día de hoy en España, por ejemplo, está totalmente injustificado el uso del vino una o dos veces al día como fuente de taninos, pues otros alimentos más sanos también aportan este nutriente. Una de las pirámides que más gusta a Eva es la australiana, pues es una de las pocas guías nutricionales del mundo occidental que incluye el grupo de verduras, frutas y hortalizas en la base en detrimento de los cereales. También incluye en este grupo, a las legumbres. Además, cuando se habla de cereales, se refiere a la variedad de granos integrales, priorizando el arroz integral, la quinoa y copos de avena integral, dejando fuera de la pirámide harinas, cereales refinados y cereales de desayuno azucarados, recomendando incluso explícitamente cambiar la variedad de cereales refinados por los integrales.
Tomemos pues el ejemplo de este estilo de alimentación, haciendo protagonistas a las frutas y las verduras (si son de temporada mejor), al aceite de oliva virgen, a los pescados azules, al arroz y las legumbres para mejorar nuestra salud. Siempre mezclado alimentos, teniendo variedad, ya que ningún alimento por sí solo tiene un efecto “milagro”. Respecto a la nueva moda del ayuno intermitente, la ponente ruega cautela, pues dependiendo de la persona el efecto del ayuno tendrá unas consecuencias u otras. Si alguna vez se lleva a cabo debe estar supervisado por un profesional, ya que de lo contrario puede tener efectos negativos en nuestro organismo.
Eva no apoya el IMC (Índice de masa corporal) como medida fiable del cuerpo, pues es un error pensar que una persona alta y muy musculada (como un futbolista) tiene sobrepeso. Debemos observar a la persona de manera global, no sólo por su peso.
Comer es un arte, así que volvamos a disfrutar de él, escogiendo las recetas, yendo a por los alimentos al mercado y escogiendo los colores con mimo, preparando con cariño la comida, fusionando y mezclando alimentos para crear un lienzo delicioso.
Bon appétit!
Laura Cruz Licenciada en Psicología por la Universidad de Salamanca. Mediadora y Psicoanalista
Marina Hanoos Graduada en Psicología por la UNED con Mención en Psicología de la Salud e Intervención en Trastornos Mentales y del Comportamiento.
Alumnas de Psicología en prácticas de la Universidad Europea del Atlántico Departamento de Psicología Clínica de CIPSA
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