Así fue el Reencuentro con Ramón Soto | VIVÉNTATE Aprende a vivir de otra manera desde las neurociencias.

 

El resumen de los Encuentros con… de mayo 2024 está a cargo de Marina Gurría, Noelia Gómez, Rebeca del Río y Paula San Miguel, psicólogas en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica de CIPSA.

Ramón Soto Borbolla comparte con nosotros otra manera de vivir desde las neurociencias.  Ramón Soto se adentra en la Psicología motivado por una inquietud fundamental: entender por qué muchos jóvenes no están bien, enfocándose en el desarrollo personal y convencido de que mejorar como individuos nos convierte en mejores padres y miembros de la sociedad. Según él, la clave para una crianza exitosa de nuestros hijos reside en que los padres estén bien consigo mismos. 

De ahí nace “VIVÉNTATE”, programa diseñado para ayudar a las personas a comprender y cambiar sus vidas desde una perspectiva científica. Sus bases residen en primer lugar en el autoconocimiento (entendernos y saber y por qué nos pasa lo que nos pasa).Y  en segundo lugar, en la plasticidad cerebral (la capacidad de cambio de nuestro cerebro). Esto es posible ya que nuestras neuronas no se tocan, se conectan químicamente y no físicamente. Esto permite nuevas conexiones y la transformación.

Este programa va dirigido a personas que luchan por establecer relaciones auténticas, promoviendo una comunicación efectiva y teniendo como base la aceptación de nuestras vulnerabilidades a través de diferentes actividades y talleres. Y es que, “VIVÉNTATE” también ofrece un club social para quienes desean reinventarse y establecer nuevas conexiones sociales genuinas.

Ramón resalta que, según estudios longitudinales de Harvard, las personas satisfechas con su vida tienen en común varios aspectos como practicar deporte regularmente, mantener una dieta equilibrada, tener relaciones auténticas y significativas, un entorno laboral que genere estrés positivo (Véase el post acerca del eustrés) y un plan de vida amplio que dé sentido a la vida. Este es un enfoque crucial en “VIVÉNTATE” ya que proporciona motivación y dirección. 

Como mencionamos anteriormente, la ciencia nos dice que el cambio no sólo es posible sino también necesario. Ramón enfatiza que nuestras conductas y pensamientos, influenciados por nuestra educación y experiencias pasadas, pueden ser actualizados. 

Aboga también por un modelo de inteligencia emocional caracterizado por las siguientes etapas, las cuáles nos permitirán alcanzar dicha inteligencia:

  1. nombrar las emociones
  2. reconocerlas en los demás
  3. responsabilizarse de las propias emociones
  4. comprender que las emociones guían pensamientos y sentimientos y
  5. regular las emociones, ya que cualquier emoción descontrolada puede resultar perjudicial. 

Terminamos con una metáfora con la que Ramón explica cómo nuestro cerebro crea una "película" de nuestra vida con base en lo que percibe. Ramón propone que no solo debemos ser los protagonistas de nuestra propia película sino también los directores y guionistas. Y es que, al cambiar el enfoque podemos reinterpretar los eventos o situaciones y encontrar un nuevo sentido. Finalmente, subrayó la importancia del tiempo, nuestro recurso más valioso, ya que, a diferencia del dinero, el tiempo no se puede recuperar.

De forma excepcional ampliamos los Encuentros con… a junio. En esta ocasión será el VIERNES 28. Estarán con nosotros miembros destacados de la Academia Española de Sexología. Será un placer que estéis con nosotros y con grandes tótems de la sexología nacional e internacional. 

Marina Gurría, Noelia Gómez, Rebeca del Río y Paula San Miguel
Psicólogas en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica
del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA

Ángela Carrera Camuesco
Especialista en Psicología Clínica
Directora de CIPSA

 

 

Así fue el Reencuentro con Marián González | Mindfulness, Psicología y Ciencia

 

El resumen de los Encuentros con… de marzo 2024 está a cargo de Marina Gurría, Noelia Gómez, Rebeca del Río y Paula San Miguel, psicólogas en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica de CIPSA. La doctora Marian González García compartió reflexiones y experiencias acerca del mindfulness.

El mindfulness es una técnica que nos permite entrenar un rasgo de nuestra mente, fortaleciendo así los circuitos neuronales de la felicidad. Tiene raíces comunes con el yoga, pero se distingue por su base científica y su validez dentro de la meditación. Aunque proviene de la sabiduría del budismo, es compatible con cualquier ideología y creencia.

En su aplicación, el mindfulness muestra beneficios tanto en enfermedades físicas como psicológicas, promoviendo un envejecimiento saludable y reduciendo el impacto del estrés en nuestro cuerpo. Nos ayuda a estar presentes y conscientes de nuestro entorno, permitiéndonos conectar con nuestro cuerpo y emociones.

La constante distracción en la sociedad actual, alimentada por el uso excesivo de dispositivos electrónicos como los teléfonos móviles, nos aleja de la conexión con nosotros mismos y con los demás. El mindfulness nos invita a reducir esta toxicidad, a ser conscientes de nuestras reacciones corporales y a utilizar todos nuestros sentidos para estar presentes en cada momento.

El mindfulness, más que simplemente prestar atención, implica una profunda conciencia de nuestro ser en el momento presente. Al practicarlo, aprendemos a observar nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, permitiendo así una mayor comprensión de nosotros mismos y de nuestro entorno. En resumen, nos enseña a cultivar la conciencia plena en nuestra vida diaria, fortaleciendo nuestra salud mental y física, y permitiéndonos tomar decisiones más conscientes y saludables.

Además, nos ayuda a desarrollar una mayor capacidad de resiliencia frente a las adversidades de la vida. Al estar más conectados con nuestro cuerpo y nuestras emociones, somos capaces de gestionar el estrés de manera más efectiva y de responder de forma más calmada y equilibrada a las situaciones difíciles que se nos presentan. En definitiva, el mindfulness no solamente nos ofrece herramientas para mejorar nuestra salud y bienestar, sino que también nos invita a vivir de manera más plena y consciente, disfrutando de cada momento con mayor intensidad y gratitud.

Más sobre Marián González y el Mindfullness: https://www.unamentefeliz.com/

Os esperamos en el próximo Reencuentro. Ramón Soto Borbolla compartirá con nosotros/as un tema que llamamos “¡Vivéntate! Aprende a vivir de otra manera desde las neurociencias”

Marina Gurría, Noelia Gómez, Rebeca del Río y Paula San Miguel
Psicólogas en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica
del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA

Ángela Carrera Camuesco
Especialista en Psicología Clínica
Directora de CIPSA

 

 

Cómo beneficiarse del Estrés

Hola de nuevo a los lectores asiduos y nuevo hola para los que se estrenan. El post está a cargo de

Marina Gurría, Noelia Gómez, Rebeca del Río y Paula San Miguel, psicólogas en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica de CIPSA.

Te has oído a ti mismo diciendo: “estoy estresadisimo” o te han dicho: “no puedo quedar, tengo mucho lío, qué estrés”. En nuestro día a día escuchamos y decimos constantemente la palabra estrés. Pero, ¿sabríamos decir realmente qué es el estrés? El estrés actúa como un recurso propio natural con el que logramos adaptarnos al medio y a los cambios que se producen en él; se manifiesta como un estado de tensión física o emocional que se produce de forma automática ante situaciones o pensamientos que pueden percibirse como amenazadores, tediosos o desafiantes.

El estrés puede ser de varios tipos, estos se clasifican basándose en la fuente de origen de dicho estrés, como por ejemplo estrés laboral, estrés familiar, estrés académico, estrés médico, o estrés ocupacional. Existen también otros como el estrés agudo (el estrés más común) que aparece por las exigencias que el ser humano se impone, el cual en pequeñas dosis es bueno, y luego está el crónico, el cual es el más peligroso a largo plazo.

Normalmente cuando hablamos de estrés siempre lo hacemos desde una connotación negativa, pero ¿Podemos beneficiarnos del estrés? Sí, ha leído bien, beneficiarnos. Pues lo cierto es que sí. Es más, una cantidad de estrés apropiada es saludable y estimulante. Nos permite resolver un problema directamente, activar una mayor productividad, estimular nuestra creatividad, mantenernos alerta o fomentar la estabilidad emocional dando sensación de control de nuestros afectos tomando mejores decisiones en momentos clave. Hablamos de un estrés positivo, conocido como “eutrés”. Y es que la reacción derivada de esta situación que nos moviliza puede ser negativa (distrés) pero también positiva (eutrés). Por ejemplo, si nos cruzamos con un animal potencialmente peligroso, nuestro cuerpo se activará para poder reaccionar lo más pronto posible, lo cual nos beneficiará. Sin embargo, esto se vuelve un problema cuando no tenemos los recursos suficientes ni la capacidad para afrontar las demandas de la situación, lo que provoca un estado de sobrecarga general. Si este estado de sobrecarga se alarga en el tiempo puede generar problemas de salud física y mental.

El eutrés nos permite salir de nuestra zona de confort asumiendo ciertos riesgos que no son de naturaleza peligrosa para poder llegar a la autorrealización personal. A modo de ejemplo, sería el estrés que experimenta un atleta cuando está en la línea de salida de una competición deportiva; o sería el que se da en una situación de conducción de un vehículo bajo condiciones meteorológicas de lluvia y viento. En estos ejemplos es útil, al activar nuestro sistema nervioso para poder prestar más atención o funcionar mejor con cierto nivel de estimulación. El eutrés también puede ayudarnos a desarrollar resiliencia y adaptabilidad. Cuando nos enfrentamos a un desafío, nuestro cuerpo libera hormonas del estrés que nos preparan para la acción. Esto puede ayudarnos a superar obstáculos y encontrar soluciones creativas a los problemas. Aunque el eutrés puede tener beneficios, es importante tener en cuenta que sólo es beneficioso en dosis moderadas. Este estado no debe comprometer a la persona ni interferir en su vida cotidiana. Por supuesto, tampoco interferirá durante las actividades placenteras a las que habitualmente es aficionada la persona. De lo contrario, estaríamos hablando de distrés, lo que se conoce social y comúnmente como estrés.

Para que este estrés nos beneficie y se transforme en eutrés existen recomendaciones sencillas que cuentan con evidencia científica y se pueden realizar en el día a día. Por ejemplo, realizar ejercicio diario, para así mantener el cuerpo activo, dormir las horas recomendadas para que el cuerpo esté descansado y afronte mejor el día. También se pueden aprender técnicas de relajación y poner en práctica en momentos de estrés, realizar actividades que nos gratifiquen, controlar los pensamientos negativos y no dejarnos llevar por el catastrofismo y finalmente confiar en uno mismo y en sus decisiones.

Como siempre, un abrazo de 20 segundos para cada lector/a.

Marina Gurría, Noelia Gómez, Rebeca del Río y Paula San Miguel
Psicólogas en prácticas en el Departamento de Psicología Clínica
del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud, CIPSA

Ángela Carrera Camuesco
Psicóloga Clínica y directora de CIPSA 

Imágenes: Created by Pexels ~  Pexels

 

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